CONCURSO ENCUENTROS DE ARTE CONTEMPORÁNEO. EAC 2016 Exposición del 17.06.2016 al 24.07.2016






























































CONCURSO ENCUENTROS DE ARTE CONTEMPORÁNEO.  EAC 2016



El jurado del Concurso Encuentros de Arte Contemporáneo, EAC 2016, ha seleccionado veinticuatro propuestas y veinticinco son los protagonistas que integran la muestra colectiva de los EAC 2016: Alfonso Almendros, Ausín Sáinz, Aurelio Ayela, Miguel Bañuls, Tania Blanco, Abraham Calero, Rafael Chinchilla, Olga Diego, Laura Franco Carrión, Ignacio García Sánchez, Rocío Garriga, Jesús Herrera Martínez, Marla Jacarilla, Roberto López, Jonathan Notario, María Platero, Fernanda Ramos, Florencia Rojas, Julio Sarramián, Somos Nosotros (Begonya García y Alfonso Fernández), Pepe Talavera, Igone Urquiza, Óscar Vázquez Chambó, Rocío Villalonga.


Han sido premiados los trabajos de Ausín Sáinz, Tania Blanco, Rafael Chinchilla, Rocío Garriga, Roberto López, María Platero, Florencia Rojas, Rocío Villalonga y Óscar Vázquez Chambó con adquisición de obra por parte del Museo de Alicante. (MUA de Alicante)

Oscar Vázquez Chambó (Algemesí Valencia, 1972) reproduce en su serie de nueve fotografías un ambiente doméstico habitado por dos hermanas. Una escenografía cinematográfica conseguida por el uso de las luces y la actitud de los personajes. Oscar narra mediante la imagen una tragedia humana que se despliega en tres actos: “Sad sisters”, “Angry sisters” y “Unhappy sister”. En cada una de las escenas se hace presente el silencio y la incomunicación, que contrasta con la viveza del color de los vestidos y la decoración de las distintas estancias. El dramatismo se enfatiza con la arquitectura utilizada y la aguda perspectiva que distancia aún más a las dos mujeres. Una dolorosa historia escrita con la cámara por medio de los gestos, las luces, la escenografía y el color.
No es tarea fácil analizar veinticuatro proyectos expositivos cada uno de ellos con sus propios objetivos, reflexiones e ideas. Pero sí resulta inquietante saber que la mente está tan viva, que la imaginación fluye a borbotones y que los artistas trabajan por mostrar un mundo mejor, más amable y humano. Como historiadora del arte me encuentro al otro lado del espejo de la producción artística y, desde esta perspectiva, sigo disfrutando, soñando y sufriendo con ellos.